PRIMERAS PALABRAS (Capítulo I: MI ASPERGER)

Siempre ante una hoja en blanco me pregunto ¿cómo comenzar? ¿Qué escribo primero?, y por lo general elijo el plasmar esta duda y así ya me ahorro el stress y la angustia de las primeras 2 líneas. Pasado este momento traumático de iniciar el texto, en que ves solo el comienzo de una hoja escrita y visualizas la forma de rellenar las demás hojas (ya pienso en hacer dibujos o agrandar la letra, como cuando en el colegio te pedían hacer un trabajo sobre un tema en una página, mientras mas grande escribieras y mas dibujos hicieras, menos escribías).
Sé que muchos han comenzado a leer estas palabras en busca de respuestas, sinceramente quiero advertirles que tal vez les decepcione, porque es imposible que yo tenga la respuesta a una pregunta que no escucho y que no me interesa responder, yo no vengo aquí a escribir para ser “la respuesta”, de hecho si escribo esto es para que queden llenos de dudas, de preguntas, de desafíos, del profundo deseo de que las respuestas están ahí, siempre han estado ahí, a veces solamente no sabemos preguntar o esperamos como en una pregunta con alternativas que sea alguna de las 5 que se plantean: a), b), c), d) o e), yo tal vez simplemente hoy quiero decirles que hay muchas mas que esas y tal vez nunca las pensaron como tales.
Voy a cambiar la conjugación de mi conversación, pasaré del hablar de ustedes a hablarte a ti directamente, evidentemente no creo que este texto sea leído en forma grupal (sería divertido imaginar a mas de dos personas leyendo este texto en la misma palabra al mismo tiempo).
Volviendo al tema de las respuestas, yo hoy me atrevo a escribir esto, porque entiendo que en gran medida es necesario, no lo hago para perpetuar mi persona, yo ya he hecho eso al hacerme vivo en los recuerdos de las personas que me aman, no pretendo que tu me ames, no pretendo que empatices conmigo, mucho menos que tengas pena o lástima por mi condición, porque realmente por 37 años pude vivir en un mundo un poco cruel y difícil de entender, que pensé pensaba como yo, veía como yo, sentía como yo y expresaba como yo. Recién después de escribir tantas líneas voy a mencionar la palabra Asperger (supongo la buscabas con desesperación como si fuera el nombre del asesino del final del libro). Así que de esta forma debemos comenzar este texto y terminar el primer capítulo, diciendo amablemente y con mucha decisión, “Soy Leonardo Caracol y si, tengo Asperger” (ya hablaremos de si se “es” o se “tiene”)

Publicado el 11/11/2012 en Poemas de un Caracol. Añade a favoritos el enlace permanente. Deja un comentario.

Deja un comentario